Unas tabletas desarrolladas en el MIT prometen revolucionar los tratamientos contra el cáncer

La tecnología, desarrollada por investigadores del MIT, busca mantener una concentración constante del medicamento en sangre durante más tiempo.

Un grupo de investigadores vinculados al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado una nueva tecnología que podría cambiar la manera en que se administran los fármacos orales contra el cáncer. Su empresa, Enzian Pharmaceutics, trabaja en una tableta que libera el medicamento de forma sostenida, evitando los picos de concentración en sangre que suelen causar efectos secundarios y reducir la eficacia del tratamiento.

El proyecto está liderado por Aron Blaesi, doctor en ingeniería mecánica por el MIT, y Nannaji Saka, antiguo investigador principal de la institución. Ambos han diseñado una píldora compuesta por microfibras impresas en 3D que, al entrar en contacto con el agua, se transforman en una sustancia gelatinosa capaz de permanecer en el estómago durante horas mientras libera el fármaco de forma controlada.

Hacia una administración más estable

En la mayoría de tratamientos orales contra el cáncer, el medicamento se disuelve rápidamente en el estómago. Esto provoca un pico repentino de concentración en sangre —que puede ser hasta 50 veces superior al nivel deseado al final del intervalo de dosis— seguido de una caída brusca que limita la eficacia del fármaco.

Las tabletas de Enzian logran justo lo contrario: una liberación progresiva y constante. En estudios con animales, el sistema permaneció en el estómago entre 12 y 24 horas, degradándose lentamente y liberando el principio activo antes de ser excretado. La empresa está validando ahora su funcionamiento en voluntarios humanos sanos, con la previsión de iniciar ensayos clínicos en pacientes dentro de un año.

De la idea al laboratorio

El origen de la tecnología está en una observación simple. Mientras investigaba métodos de moldeo por inyección de comprimidos, Blaesi notó que las píldoras menos porosas se disolvían más despacio. Aquello les llevó a preguntarse: ¿y si controlar la microestructura interna de una tableta pudiera regular su velocidad de liberación?

La impresión 3D permitió probar esa hipótesis. Gracias a ella, pudieron ajustar el diseño y la densidad de las fibras, demostrando que materiales con mayor peso molecular absorbían más agua y ralentizaban la disolución. Tras años de ensayo y error, consiguieron que las tabletas permanecieran más tiempo en el estómago y liberaran el fármaco de forma gradual, algo especialmente útil para compuestos que solo se absorben en medios ácidos, como muchos tratamientos oncológicos.

Próximos pasos

Enzian planea probar su sistema con pacientes de cáncer de próstata, con la intención de reducir la dosis diaria y mejorar la tolerancia al tratamiento. La compañía cree que la misma tecnología podría aplicarse a otros tipos de cáncer, incluidos los de sangre, piel y mama.

Tras más de una década de investigación, el avance de Enzian apunta a un cambio de paradigma en la administración oral de fármacos oncológicos: tratamientos más eficaces, más seguros y con menos efectos adversos. Si los ensayos clínicos confirman su potencial, el impacto podría ir mucho más allá del cáncer.

Sin duda, los avances tecnológicos que estamos viviendo van a suponer una revolución en el sector salud y, especialmente, en los tratamientos contra el cáncer. La inteligencia artificial está detrás de muchos avances de este tipo. La propuesta de esta startup chilena también sigue la línea de estos investigadores del MIT.

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