TikTok censura a Rosalía en pleno directo y reabre el debate sobre los límites del contenido en vivo

Autor: Alejandro Medina Guzman/Secretaria De Cultura Cdmx, Wikimedia Commons

La presentación del nuevo disco de Rosalía, LUX, derivó este lunes en una tormenta digital. TikTok interrumpió su directo tras considerar que había vulnerado sus normas de comunidad al fumar mientras conducía durante la retransmisión. El incidente, ocurrido cuando se dirigía a la Plaza del Callao (Madrid) para anunciar oficialmente su cuarto álbum, reavivó el debate sobre el control del contenido en las plataformas de vídeo en tiempo real.

Una promoción que se salió del guion

El streaming comenzó a las 20:45 desde una habitación donde la cantante se preparaba junto a su equipo. Poco después decidió continuar la emisión desde el coche que conducía hacia el centro de la capital. Al encender un cigarrillo, TikTok cortó de inmediato la transmisión por “infracción de las normas de la comunidad”.

La plataforma también bloqueó temporalmente su cuenta. El gesto, aparentemente inofensivo, tiene hoy otra lectura: el anteproyecto de Ley del Tabaco prohíbe cualquier visibilidad del consumo de tabaco en redes sociales, incluso si no hay promoción explícita. Lo que antes habría pasado inadvertido, ahora choca de lleno con la normativa vigente.

De TikTok a Instagram: la retransmisión sigue

Rosalía no se detuvo. Tras el corte, trasladó el directo a Instagram Live, donde explicó brevemente lo ocurrido y continuó interactuando con sus seguidores. Mostró su camino a Callao acompañada de música clásica, saludó a los fans y firmó autógrafos antes de entrar al edificio de los cines.

Desde uno de los balcones, inició una cuenta atrás que culminó con la proyección en las pantallas gigantes de la portada de LUX y su fecha de lanzamiento: el 7 de noviembre. Su aparición en el corazón de Madrid se volvió viral en cuestión de minutos. Cientos de asistentes grabaron el momento para subirlo a redes, amplificando aún más el impacto del lanzamiento.

Moderación y cultura pop: un equilibrio difícil

El caso ilustra la tensión entre la espontaneidad de los creadores y la vigilancia algorítmica de las plataformas. TikTok ha endurecido sus controles tras varios incidentes recientes: utiliza filtros automáticos y revisores humanos para detectar conductas que puedan infringir leyes locales o poner en riesgo la seguridad.

La suspensión del directo de una figura global como Rosalía muestra cómo los sistemas de moderación pueden interferir incluso en campañas planificadas al milímetro, obligando a los artistas a adaptarse sobre la marcha para mantener la atención de su público.

Más allá del episodio puntual, lo ocurrido confirma el papel central de las redes como escenario del marketing cultural. Los límites entre promoción, espectáculo y regulación digital se diluyen, y cada gesto —incluso un simple cigarrillo— puede convertirse en el detonante de una conversación global.

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