El ajuste afecta a las oficinas de Madrid y Barcelona y llega justo después de que la compañía reportara un beneficio un 38% superior al del año anterior.
Amazon ha iniciado en España un proceso de despido colectivo que podría afectar a 1.200 trabajadores de sus oficinas corporativas en Madrid y Barcelona, según confirmaron fuentes de la empresa al diario El País. El ajuste forma parte de una reestructuración global que implicará la salida de 14.000 empleados en todo el mundo.
En el caso español, el expediente afectará a las filiales Amazon Digital Spain (Madrid) y Amazon Spain Service (Barcelona), sin impacto en los equipos logísticos ni de reparto, que concentran la mayor parte de los 28.000 empleados de la compañía en el país. De confirmarse las cifras, el recorte supondría algo más del 4% de la plantilla total en España.
Críticas del Gobierno y tensión sindical
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, calificó el ERE como “el modelo de la vergüenza”, recordando que el anuncio coincide con un momento de beneficios récord para Amazon. Desde CCOO también se ha rechazado la medida y se exige “transparencia e información detallada” sobre sus causas, alegando que “no existe justificación económica” para una reducción de este tamaño.
Los sindicatos denuncian además que la empresa aún no ha contactado con los comités de trabajadores para iniciar las negociaciones. Dado que el expediente afecta a varias comunidades autónomas, deberá tramitarse ante la Dirección General de Trabajo, que asegura no haber recibido todavía la comunicación oficial.
Fuentes del sector apuntan que el ajuste se centrará en puestos intermedios y busca “reducir capas y burocracia”. No obstante, recuerdan que las multinacionales suelen anunciar cifras mayores antes de la negociación final, lo que podría rebajar el número definitivo de despidos.
Despidos en plena euforia bursátil
El anuncio se produjo apenas un día después de que Amazon presentara unos resultados financieros históricos. Entre julio y septiembre, la compañía registró un beneficio neto de 21.187 millones de dólares (18.213 millones de euros), un 38,2% más que en el mismo periodo del año anterior.
La facturación total alcanzó los 180.169 millones de dólares, impulsada por un crecimiento del 16% en servicios y del 10% en productos físicos. La división Amazon Web Services (AWS) —clave en la expansión de la compañía en inteligencia artificial— aumentó sus ingresos un 20%, hasta los 33.000 millones de dólares.
El mercado reaccionó con entusiasmo: las acciones subieron un 12% en Wall Street, superando los 250 dólares por acción y marcando un máximo histórico. Con una capitalización de 2,6 billones de dólares, Amazon se consolida como la quinta empresa más valiosa del mundo.
Plantilla en vilo ante el futuro
Mientras los inversores celebran los resultados, la noticia ha dejado a muchos empleados en España en un clima de incertidumbre. Fuentes cercanas apuntan a que Amazon prepara nuevos proyectos vinculados a inteligencia artificial y automatización, que podrían implicar más ajustes en el futuro, aunque sin fechas concretas.
A nivel global, la vicepresidenta sénior de Experiencia de Personas y Tecnología, Beth Galetti, defendió que el objetivo es mantener una estructura “ágil y eficiente”, priorizando las áreas estratégicas. Los empleados afectados tendrán 90 días para recolocarse internamente, con prioridad sobre las nuevas vacantes.
Amazon vive así una paradoja difícil de explicar puertas adentro: nunca había ganado tanto, ni despedido a tantos. Una combinación que ha encendido las alarmas entre los trabajadores y reabierto el debate sobre el coste social del éxito en las grandes tecnológicas.
