Nvidia ha puesto a la venta el DGX Spark, un equipo que lleva la potencia de la supercomputación de inteligencia artificial al escritorio. Estará disponible desde el 15 de octubre, tanto en la web de la compañía como a través de distribuidores autorizados en Estados Unidos.
Con un precio de 3.999 dólares, el DGX Spark inaugura una nueva categoría de ordenadores pensados para desarrolladores, investigadores y estudiantes que necesitan entrenar y ejecutar modelos avanzados de IA sin depender de la nube. Nvidia lo define como la supercomputadora de IA más pequeña del mundo, capaz de ofrecer una potencia que hasta ahora solo se encontraba en grandes centros de datos.
El superchip Grace Blackwell impulsa la potencia del DGX Spark
El corazón del DGX Spark es el superchip GB10 Grace Blackwell, que combina CPU y GPU en un mismo módulo y alcanza un rendimiento de 1 petaFLOP. Incluye 128 GB de memoria unificada y hasta 4 TB de almacenamiento SSD NVMe, suficiente para ejecutar en local modelos de hasta 200.000 millones de parámetros.
Su tamaño, similar al de un mini PC, y su consumo de 170 vatios permiten conectarlo a una toma de corriente doméstica. Funciona con el sistema operativo DGX OS, basado en Linux, y puede integrarse con equipos que usen Windows o macOS, lo que facilita su adopción en entornos mixtos.
Así será la nueva generación de PCs personales de inteligencia artificial
El DGX Spark no es solo un producto, sino una plataforma de referencia sobre la que otros fabricantes podrán construir sus propias versiones. Marcas como Acer, ASUS, Dell, GIGABYTE, HP, Lenovo y MSI ya trabajan en modelos personalizados que conservarán el núcleo tecnológico de Nvidia, pero adaptados a distintos perfiles de usuario.
Cada uno variará en diseño, refrigeración o capacidad de expansión, pero con un propósito común: llevar la supercomputación de IA al escritorio de científicos de datos, desarrolladores o laboratorios universitarios. Los socios podrán ajustar las configuraciones —todas basadas en el superchip Grace Blackwell— para optimizar tareas como el entrenamiento de modelos de lenguaje, redes neuronales o sistemas generativos.
En esta primera fase, los equipos se comercializarán principalmente en Estados Unidos, aunque varios fabricantes ya preparan su llegada a otros mercados. Con esta estrategia, Nvidia amplía su ecosistema de hardware del mismo modo que lo hizo con las GPU GeForce en gaming o las RTX en el ámbito creativo.
Nvidia quiere poner un superordenador de IA en cada escritorio
El lanzamiento del DGX Spark representa un paso más en la meta de Nvidia de democratizar el acceso a la inteligencia artificial avanzada. Hasta ahora, entrenar modelos de gran escala exigía infraestructura en la nube o servidores de alto coste. Con Spark, ese cálculo se traslada al entorno local, reduciendo la dependencia de proveedores externos y los costes operativos para investigadores o instituciones educativas.
Nvidia presenta el dispositivo como una herramienta formativa y experimental. Su CEO, Jensen Huang, ya anticipó en la presentación del proyecto —entonces bajo el nombre Digits— que disponer de una supercomputadora de IA en cada escritorio permitiría a más profesionales “participar directamente en la era de la inteligencia artificial”.
El DGX Spark y futuras versiones, como la DGX Station, forman parte de una estrategia más amplia: llevar la computación de alto rendimiento fuera del centro de datos y acercarla a usuarios individuales y académicos. Una apuesta clara por una innovación en IA más descentralizada, práctica y accesible.
