La relación financiera entre OpenAI y Microsoft, uno de los ejes del actual auge de la inteligencia artificial, acaba de quedar al descubierto. Documentos filtrados por el analista Ed Zitron apuntan a que la creadora de ChatGPT transfirió a Microsoft 493,8 millones de dólares en 2024 y 865,8 millones durante los tres primeros trimestres de 2025 en concepto de reparto de ingresos.
Ese dinero formaría parte del acuerdo que ambas compañías mantienen desde la inversión inicial de más de 13.000 millones de dólares de Microsoft. El pacto implica que OpenAI entrega alrededor del 20 % de sus ingresos a cambio de acceso prioritario a la infraestructura de Azure, donde se ejecutan sus modelos. Ni Microsoft ni OpenAI han confirmado públicamente ese porcentaje, pero distintas fuentes coinciden en que se mantiene desde el principio.
Una relación financiera que va en dos direcciones
Según TechCrunch, Microsoft también devuelve una parte de sus ingresos a OpenAI, en torno al 20 % de lo que genera:
- Bing, que utiliza modelos de OpenAI.
- Azure OpenAI Service, el servicio que vende acceso a GPT a empresas.
Las cifras filtradas reflejan la parte neta del reparto: es lo que Microsoft termina recibiendo tras restar lo que debe abonar a OpenAI por usar sus modelos. Como Microsoft no desglosa cuánto factura por Bing ni por sus servicios de IA, resulta difícil conocer el tamaño exacto del intercambio.
Ingresos récord… y un gasto en computación que se dispara
Si los porcentajes son correctos, OpenAI habría generado al menos 2.500 millones de dólares en 2024 y 4.330 millones entre enero y septiembre de 2025. Otras fuentes, como The Information, elevan esas cifras: 4.000 millones en 2024 y más de 4.300 millones solo en la primera mitad de 2025.
El propio Sam Altman asegura que los ingresos ya superan “ampliamente” los 13.000 millones anuales, con previsiones de cerrar 2025 en más de 20.000 millones y, si todo sigue igual, llegar a 100.000 millones en 2027.
Pero el detalle clave está en los gastos. Zitron estima que OpenAI gastó 3.800 millones de dólares en inferencia en 2024 —el coste de ejecutar ChatGPT y el resto de modelos para los usuarios— y 8.650 millones en los primeros nueve meses de 2025. Una cifra que plantea una pregunta inevitable: ¿se puede sostener una empresa que gasta más en servir la IA de lo que factura por ella?
Dependencia de Azure… y búsqueda urgente de alternativas
Aunque el grueso del cómputo sigue ocurriendo en Microsoft Azure, OpenAI ha empezado a diversificar. Ha cerrado acuerdos con CoreWeave, Oracle, AWS y Google Cloud.
Según TechCrunch, Microsoft compensa buena parte del entrenamiento de nuevos modelos mediante créditos, pero la inferencia —el uso real por parte de los clientes— debe pagarse en efectivo. Ahí es donde las cifras se disparan.
Esto ha reactivado un debate entre inversores y analistas:
- Si incluso la compañía líder del sector opera con márgenes negativos,
- ¿cómo podrán sostenerse las decenas de empresas de IA que dependen de ella?
Por ahora, ni OpenAI ni Microsoft han querido hacer comentarios. Mientras tanto, los documentos filtrados dibujan una realidad incómoda: la inteligencia artificial genera ingresos históricos… pero también consume capital a un ritmo que no se había visto en ninguna otra tecnología reciente.
