La fintech española Dost, enfocada en automatizar tareas del área financiera con inteligencia artificial, ha cerrado una Serie A de 6,7 millones de euros. La ronda la lidera el fondo británico Octopus Ventures, uno de los más activos del continente, con la entrada de TQ Ventures y la continuación del apoyo de Draper B1, Born Capital y Eoniq.fund. Con esta inyección, la financiación acumulada se sitúa en 8,8 millones.
Desde su lanzamiento en 2021 por Adam Barbera, Fernando Martín y Naqqash Abassi, la compañía ha mantenido un crecimiento firme: facturación que se triplica cada año y más de 150 grandes corporaciones como clientes, en industrias tan diversas como alimentación, química o logística. En 2024, Àlex Caudet pasó de inversor temprano a cofundador para reforzar la etapa de expansión.
Barbera, CEO de la empresa, defiende que esta ronda confirma la validez de su enfoque para automatizar la economía real “con un modelo de IA propio”. También subraya que el capital permitirá “consolidar nuestra tecnología y equipo en España, donde ya somos un referente”.
El salto británico entra en velocidad de crucero
Una parte clave del plan pasa por Reino Unido. Dost afirma estar viendo una tracción especialmente fuerte en este mercado y prepara la creación de un equipo local de hasta siete personas especializado en ventas, marketing y soporte, que se sumará a los 45 profesionales actuales.
Desde Octopus Ventures, Uthish Ranjan destaca que “Dost es una plataforma con un modelo propio de Inteligencia Artificial que aborda una de las ineficiencias más arraigadas en las finanzas: el procesamiento de facturas”, insistiendo en la valoración positiva de sus clientes.
Una capa de inteligencia sobre un proceso crítico
La propuesta de Dost se canaliza a través de una plataforma SaaS que automatiza el ciclo completo de gestión de proveedores: recepción de facturas y pedidos, conciliación three-way matching y conexión directa con los principales ERPs usados por grandes empresas.
Según la compañía, estos procesos ya permiten a sus clientes:
- Reducir hasta un 80% sus costes administrativos.
- Multiplicar por 2,5 la productividad.
- Operar con una precisión superior al 95%, minimizando errores.
Su tecnología ha procesado más de cuatro millones de transacciones hasta la fecha. Barbera lo resume así: “la automatización no es el fin, es el medio para liberar el talento humano de tareas repetitivas y potenciar la toma de decisiones basadas en datos, que es donde realmente se genera valor”.
Dost entra en una fase determinante: defender el liderazgo en España mientras busca ganar cuota en uno de los mercados financieros más competitivos de Europa. ¿Podrá replicar allí la velocidad que ha alcanzado aquí? El capital ya está listo para intentarlo.
