Foxconn y Nvidia apuestan por robots humanoides para revolucionar la fabricación de servidores de IA

NVIDIA

La taiwanesa Foxconn, principal ensambladora mundial de productos electrónicos, integrará robots humanoides en su planta de Houston (EE. UU.), donde produce servidores de inteligencia artificial para Nvidia. Ambas compañías buscan establecer un nuevo modelo de fábrica inteligente impulsada por IA, capaz de automatizar tareas complejas y escalar la producción de equipos destinados a centros de datos.

Los robots operarán con la plataforma Nvidia Isaac GR00T N, un sistema de software diseñado para entrenar y coordinar máquinas con movimientos y destrezas similares a los humanos. Con esta implementación, Foxconn refuerza su estrategia de integrar IA, robótica y computación avanzada en un único flujo industrial.

Expansión del negocio de inteligencia artificial

El grupo, oficialmente Hon Hai Precision Industry Co., planea ampliar su producción de servidores en Texas, Wisconsin y California, impulsado por el aumento global de la demanda de infraestructura para IA. Grandes tecnológicas compiten por desarrollar modelos cada vez más potentes y requieren servidores especializados para ello.

Foxconn prevé que sus ventas de servidores de IA superen el billón de dólares taiwaneses —unos 28.000 millones de euros— este año, lo que representaría la mitad de su negocio total en ese segmento. Fundada en 1974, la empresa mantiene presencia en China, India, Japón, Vietnam y Estados Unidos, consolidando su papel como pieza esencial en la cadena de suministro tecnológica mundial.

Nvidia: el gigante de los cinco billones

La alianza coincide con un momento clave para Nvidia, que recientemente alcanzó una capitalización bursátil de 5 billones de dólares, un hito sin precedentes en el sector tecnológico. Su liderazgo en chips de IA y plataformas de automatización industrial la sitúa en el centro de la nueva economía digital.

La incorporación de sus tecnologías en las líneas de producción de Foxconn refuerza su influencia más allá del diseño de hardware: la IA entra ahora en el corazón de la manufactura estadounidense. Las plantas de Houston y otras previstas servirán para evaluar el potencial real de los robots humanoides en entornos de producción de alta precisión.

Competencia global y retos técnicos

Estados Unidos acelera su apuesta por la robótica humanoide, pero China mantiene ventaja en costes y producción. Un informe de Morgan Stanley estima que fabricar uno de estos robots cuesta entre 10.000 y 300.000 dólares, y los fabricantes chinos ya ofrecen modelos más accesibles. Compañías como Unitree o Xiaomi han lanzado prototipos funcionales y suman miles de patentes vinculadas al sector, superando ampliamente a sus competidores estadounidenses.

Pese a ello, la iniciativa de Foxconn y Nvidia apunta a un objetivo más ambicioso: integrar robots humanoides en fábricas reales, más allá de los laboratorios o entornos de prueba. Si el proyecto de Houston demuestra su eficacia, podría redefinir la producción tecnológica en Occidente y acelerar la transición hacia una automatización industrial avanzada.

Hacia una nueva generación de fábricas inteligentes

El acuerdo entre Foxconn y Nvidia representa un punto de inflexión en la convergencia entre inteligencia artificial, robótica y manufactura. Más que un experimento, el proyecto pretende demostrar hasta qué punto los robots humanoides pueden asumir tareas industriales complejas y trabajar junto a personas sin fricciones.

En un contexto de competencia global por la eficiencia productiva, la planta de Houston se perfila como un laboratorio real del futuro industrial: un lugar donde la inteligencia artificial deja de ser intangible y adopta forma física dentro del proceso económico. La robótica humanoide, antes símbolo de ciencia ficción, comienza a pisar el suelo de las fábricas.

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