La compañía china de robótica industrial avanza con fábrica propia, un equipo directivo con largo recorrido y nuevas operaciones en la península ibérica. El movimiento busca consolidar una presencia estable en un mercado donde la automatización se ha vuelto decisiva.
Tres décadas de evolución y una llegada reciente al continente
Estun Automation inició su actividad en 1993 con un foco claro: la automatización industrial. Con el tiempo desarrolló Estun Robotics, su división de robots creada en 2011, y dio un salto relevante en 2015 con su salida a bolsa. Ese impulso financiero abrió nuevas fases de crecimiento y permitió reforzar la inversión tecnológica.
Durante más de una década, la empresa probó sus sistemas en China, un mercado grande y exigente donde afinó producto y procesos. A finales de 2023 decidió dar el salto a Europa. Lo hizo con una fábrica en Polonia y la creación de un equipo directivo con experiencia acumulada en fabricantes como KUKA Systems o Fanuc, un detalle que muestra la orientación técnica que la empresa quiere consolidar.
Una oferta que cubre desde cargas ligeras hasta grandes aplicaciones
La gama supera el centenar de modelos. Incluye equipos de 3 kilos para tareas rápidas y modelos capaces de mover hasta 1200 kilos en entornos de alta demanda. La empresa también desarrolla robots específicos para paletizado, soldadura y áreas de trabajo complejas como fundición o salas blancas. En alimentación de plegadoras incorpora mecánica dedicada y un software que permite cambiar referencias con poco esfuerzo.
El catálogo suma además robots SCARA de hasta 20 kilos y un metro de alcance, junto a modelos de programación sencilla pensados para competir en segmentos cercanos a la robótica colaborativa, donde la facilidad de uso suele ser determinante.
Fabricación integrada y certificación europea
Estun fabrica internamente casi todos los componentes de sus robots: mecánica, electrónica y software. Solo las reductoras proceden de un fabricante japonés especializado. Esta integración favorece la compatibilidad entre piezas y permite ajustar costes sin comprometer el rendimiento.
La empresa destina alrededor del 10 por ciento de sus beneficios a I+D. Ese nivel de inversión se refleja en la robustez de sus equipos, con una certificación MTBF de 120.000 horas. Con esa base, Estun ha ampliado su garantía a cinco años sin coste adicional. Toda la gama cuenta con marcado CE y certificación emitida por TÜV Rheinland.
España toma protagonismo dentro del proyecto europeo
El desarrollo en España y Portugal avanza rápido. Estun opera desde Valencia y ha elegido el DFactory de Barcelona como sede para Iberia. En ese espacio concentra recursos técnicos y formación, con una sala preparada para capacitar a clientes e integradores.
El equipo local reúne perfiles con décadas de experiencia en ingeniería y robótica. Su estrategia es trabajar directamente con integradores y fabricantes de maquinaria, apoyándose también en distribuidores que aporten soporte técnico cercano.
Una red de partners para crecer en paralelo
A corto plazo, la empresa quiere consolidar una red de socios capaces de desplegar los primeros proyectos de referencia. A medio plazo, aspira a situarse entre los actores relevantes del mercado europeo, creciendo en paralelo a los integradores que adopten sus sistemas desde esta fase inicial.
Aplicaciones listas para usar y nuevas capacidades en desarrollo
El catálogo cubre aplicaciones comunes como paletizado o soldadura y la empresa trabaja en otras más avanzadas que incorporan funciones basadas en inteligencia artificial para tareas adaptativas. La idea es ofrecer sistemas listos para entrar en producción sin configuraciones complejas. ¿Hasta dónde puede simplificarse la puesta en marcha sin perder control técnico? La compañía busca responder a esa pregunta en cada iteración.
Una industria global en plena transformación
Estun describe la robótica como un sector sometido a una competencia intensa. En China ha logrado posicionarse entre los líderes después de competir con fabricantes que dominaban el mercado desde principios de los dos mil. También observa que la inteligencia artificial está ampliando el tipo de operaciones que los robots pueden asumir.
En España, considera que la automatización es clave para mantener la competitividad. Su incorporación a AER, la Asociación Española de Robótica y Automatización, refuerza su presencia en el ecosistema industrial.
Primeros proyectos avanzados en España
Entre los casos recientes destaca su colaboración con SIT Automation, integrador con amplia experiencia en sus tecnologías. Ambas empresas despliegan en Zaragoza un sistema de alimentación automática para plegadoras basado en una cinemática diseñada para este tipo de máquina y un software de programación offline. Esta combinación permite cambios de referencia en menos de veinte minutos, un factor decisivo en plantas con lotes pequeños.
