Disney y YouTube TV tensan el negocio del streaming en el mayor pulso de distribución del año

La tensión entre Disney y YouTube TV ha escalado hasta convertirse en uno de los conflictos del año en el negocio del streaming. La retirada de ESPN, ABC, FX, National Geographic y otros canales clave de la plataforma de Google no solo afecta a millones de usuarios. También presiona a un grupo que ya lidia con el desgaste de su televisión tradicional.

Un apagón que cuesta millones cada día

El enfrentamiento estalló el 30 de octubre, cuando expiró el acuerdo de distribución entre ambas compañías. Desde entonces, varios de los canales más rentables de Disney siguen fuera de YouTube TV en un momento crítico para el deporte en directo y la programación en abierto.

Las estimaciones proceden de Morgan Stanley, uno de los mayores bancos de inversión y firmas de análisis del sector. Sus analistas calculan que cada día de apagón supone para Disney unos 4 millones de dólares en ingresos perdidos. El impacto semanal ronda los 30 millones y podría superar los 60 millones si la situación se extiende más allá de dos semanas.

Este golpe llega tras un trimestre tibio: 22.500 millones de dólares en ingresos, ligeramente por debajo de lo previsto, y un retroceso en la televisión lineal. ESPN y el negocio de cable volvieron a caer, compensados solo en parte por el impulso del streaming y los parques temáticos.

Distribución frente a contenido: un pulso que redefine el sector

Lo que ocurre de fondo es un choque de modelos. Disney sostiene que sus canales, sobre todo los ligados al deporte en vivo, conservan un valor estratégico y deben ser remunerados en consecuencia. Google, en cambio, afirma que asumir tarifas más altas obligaría a subir precios a sus más de nueve millones de suscriptores de YouTube TV, rompiendo la paridad con otros distribuidores.

Este equilibrio ha cambiado. YouTube TV es ya el mayor servicio de televisión en directo por streaming en EE. UU. y puede permitirse ofrecer compensaciones, como créditos de 20 dólares, sin asumir los incrementos solicitados por Disney.

Mientras tanto, el apagón erosiona audiencias de eventos como la Fórmula 1, la NFL o el arranque de la NBA. No es casual que parte de los suscriptores amenace con cancelar su plan o migrar a alternativas como Hulu + Live TV o ESPN Unlimited.

Impacto en las cuentas y un futuro marcado por la IA

El conflicto irrumpe justo cuando Disney intentaba reforzar su narrativa de crecimiento. El último trimestre dejó un avance del 39% en los beneficios del área de streaming, 12,5 millones de nuevos abonados entre Disney+ y Hulu y una mejora del 13% en los parques. Además, la compañía anunció un aumento del 50% en el dividendo y amplió su programa de recompra de acciones hasta los 7.000 millones de dólares para 2026.

En paralelo, la empresa ha empezado a explorar usos de inteligencia artificial en sus plataformas. Entre los proyectos en estudio figuran funciones para que los suscriptores generen contenido de corta duración dentro de Disney+ y herramientas pensadas para reforzar la personalización del servicio.

Una solución que nadie puede permitirse retrasar

Aunque la mayoría de analistas prevé un acuerdo relativamente cercano (la temporada deportiva encarece cada día de retraso), el episodio deja un mensaje nítido: el mercado televisivo ya no gira solo en torno al contenido. El poder de la distribución, ahora en manos de plataformas digitales con fuerte músculo financiero, empieza a marcar el ritmo de la industria.

Por ahora, millones de espectadores siguen sin acceso a sus canales habituales. Y mientras las conversaciones avanzan despacio, cada día sin señal aumenta la presión sobre Disney en un trimestre clave para su visibilidad y sus ingresos.

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