El divulgador español especializado en inteligencia artificial y robótica, Dot CSV, ha publicado un análisis sobre Neo, el primer robot humanoide de 1X orientado al uso doméstico. Su conclusión: el avance es impresionante, pero el producto aún está lejos de la autonomía que promete.
Según explica en su vídeo, la compañía noruega —respaldada por OpenAI— ya ha abierto la preventa del dispositivo, con entregas previstas para 2026, y se presenta como uno de los primeros humanoides diseñados para convivir en casa y asumir tareas cotidianas.
Qué propone Neo
Dot CSV detalla el enfoque técnico de 1X: un humanoide ligero, flexible y blando, construido con un sistema de “tendones” por cables y poleas que busca imitar la biomecánica humana y reducir riesgos en entornos domésticos.
Entre las funciones más destacadas menciona:
- Interacción por voz o app para programar tareas como “ordenar la casa” o realizar acciones concretas.
- Un modo experto, donde operadores externos pueden tomar el control cuando el robot no logra completar una acción.
- Teleoperación directa por parte del usuario mediante un casco de realidad virtual, que permite enseñarle movimientos en primera persona.
- Manos sumergibles para trabajos con agua.
- Autonomía de unas cuatro horas, carga magnética en la cadera y capacidad para levantar hasta 25 kilos en tareas normales.
El punto delicado: la teleoperación
Uno de los aspectos que más resalta el creador es el modelo de teleasistencia remota. Cuando Neo no puede resolver una tarea, 1X prevé que personal humano de la empresa intervenga a distancia para completarla. Según la compañía, las imágenes del entorno doméstico serían difuminadas para proteger la privacidad del usuario.
Dot CSV interpreta esta función como un reconocimiento implícito de la limitada autonomía actual de la robótica. A su juicio, la verdadera finalidad de este sistema es recoger datos reales de hogares que sirvan para entrenar a futuras versiones del modelo.
Demostraciones: avances notables, pero con fricciones
En las pruebas mostradas por 1X —algunas en colaboración con The Wall Street Journal— Neo logra colocar cubiertos en un lavavajillas o recoger una cocina. El resultado visual impresiona frente a lo visto hace apenas dos años, pero Dot CSV recuerda que esas escenas están teleoperadas y que aún se aprecian fallos mecánicos y lentitud en tareas aparentemente simples.
“Es un salto tecnológico indiscutible, pero todavía no es autonomía real”, resume el divulgador.
¿Preparado para el gran público?
Dot CSV compara el momento actual con la llegada de GPT-3 en el terreno del lenguaje: un hito asombroso, pero aún a un par de iteraciones de la madurez comercial. 1X ha sido la primera en atreverse a vender un humanoide doméstico, aunque el riesgo, advierte, será gestionar las expectativas de los primeros compradores.
La clave estará en si la compañía logra convertir la teleoperación y los datos recogidos en una curva de aprendizaje acelerada para sus próximos modelos.
Un mercado en ebullición
El análisis sitúa a Neo dentro de una carrera que también incluye a Tesla Optimus, Figure 02 y Unitree H1. Todos comparten el objetivo de trasladar la robótica humanoide fuera del laboratorio, pero 1X ha dado el paso más audaz: llevarla al hogar real.
La apuesta podría redefinir el ritmo de progreso del sector, aunque, como recuerda Dot CSV, la autonomía generalista —en entornos tan caóticos como una casa— sigue siendo el “Santo Grial” pendiente de la robótica.
Neo simboliza ese punto intermedio entre la ciencia ficción y la ingeniería real: una promesa tangible que avanza rápido, pero aún necesita una buena dosis de ayuda humana para mantenerse en pie.
