Alarma en la NASA por el cometa 31/ATLAS: un objeto interestelar con un comportamiento “inexplicable” activa el protocolo de defensa planetaria

Eduardo Unda-Sanzana - Wikipedia

El cometa, de más de 30 kilómetros de diámetro, está desconcertando a los astrónomos por sus variaciones de brillo y movimiento fuera de todo patrón conocido.

La NASA ha activado sus sistemas de alerta tras detectar un comportamiento anómalo en el cometa 31/ATLAS, un objeto de origen interestelar que está desafiando los modelos astronómicos actuales. El hallazgo fue comunicado por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) y confirmado en el boletín técnico MPEC 2025-U142 del Minor Planet Center de Harvard, dependiente de la Unión Astronómica Internacional (UAI).

Ante la incertidumbre, la agencia estadounidense ha puesto en marcha un operativo especial de observación global, que se extenderá del 27 de noviembre de 2025 al 27 de enero de 2026, dentro de su programa de defensa planetaria. Su meta: recopilar datos precisos sobre el 31/ATLAS y revisar los protocolos de actuación ante fenómenos espaciales difíciles de predecir.

Un cometa que desconcierta a los científicos

Los cometas suelen tener núcleos difusos y órbitas difíciles de determinar, pero el caso de 31/ATLAS está rompiendo los cálculos. Su brillo central varía sin patrón y su desplazamiento parece presentar ligeras desviaciones respecto a las trayectorias proyectadas.

El Minor Planet Center ha calificado el fenómeno como un “reto astrométrico sin precedentes” y organizará un taller internacional con observatorios de todo el mundo para perfeccionar los métodos de medición. Los telescopios de Chile y Canarias jugarán un papel clave en el seguimiento, dada su ubicación y capacidad óptica.

Un visitante interestelar de gran tamaño

El Telescopio ATLAS de Río Hurtado (Chile), financiado por la NASA, detectó el cometa el 1 de julio de 2025. Los análisis iniciales estiman que su diámetro total podría alcanzar los 30 kilómetros, con un núcleo rocoso de unos 5,6 kilómetros y una masa superior a los 33.000 millones de toneladas.

Actualmente se encuentra a 670 millones de kilómetros del Sol y viaja a 61 km por segundo, una velocidad muy superior a la de la mayoría de cometas conocidos. Todo apunta a que se trata de uno de los objetos interestelares más masivos jamás observados.

Colaboración internacional ante lo desconocido

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) trabaja junto a la NASA y otras agencias espaciales para estudiar la composición y trayectoria del cometa. Aunque no existe riesgo de impacto, su comportamiento errático ha despertado preocupación entre los científicos.

El operativo no solo servirá para vigilar la evolución del 31/ATLAS, sino también para ensayar la coordinación global ante objetos de trayectoria incierta, un punto clave de la estrategia de defensa planetaria de la NASA.

Los próximos meses serán decisivos. Si el cometa mantiene sus anomalías, podría convertirse en el caso más enigmático desde ‘Oumuamua’ en 2017, aquel objeto que también puso a prueba las teorías sobre los visitantes interestelares. ¿Estamos ante una simple rareza cósmica… o ante un nuevo tipo de cuerpo celeste aún desconocido?

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